domingo, 6 de febrero de 2011

Escocia


Escocia es el más septentrional de los cuatro países constituyentes del Reino Unido. Junto con Inglaterra y Gales, forma parte de la isla de Gran Bretaña, abarcando un tercio de su superficie total; además consta de más de 790 islas. Limita al norte y oeste con el océano Atlántico; al este con el mar del Norte, al sur con Inglaterra y al suroeste con el Canal del Norte y el mar de Irlanda. El territorio escocés abarca 78.772 km2, y su población se estima en 5.116.900 habitantes, lo que da una densidad de población de 65 habitantes por km2. La capital es Edimburgo, siendo Glasgow la ciudad más grande y cuya área metropolitana concentra un 20% del total de la población escocesa.

El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707, fecha en la que se firmó el Acta de Unión con Inglaterra, para crear el Reino de Gran Bretaña. La unión no supuso alteración del sistema legal propio de Escocia, que desde entonces ha sido distinto del de Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte, por lo que es considerada en el derecho internacional como una entidad jurídica distinta. La pervivencia de unas leyes propias, y de un sistema educativo y religioso diferenciado forman parte de la cultura escocesa y de su desarrollo a lo largo de los siglos.

Surgido en el siglo XIX, el independentismo escocés ha ganado influencia desde finales del siglo XX; representado por el Scottish National Party (SNP, Partido Nacional de Escocia), que aboga por la independencia de Escocia,[1] obtuvo la mayoría simple en el Parlamento escocés en las elecciones de marzo de 2007.

La población de Escocia según el censo de 2001 era de 5.062.011 habitantes, que se han elevado a unos 5.116.900 según estimaciones de junio de 2006.[76] Esto convertiría a Escocia en el 112º país más poblado, si fuera un Estado soberano. La capital, Edimburgo, tiene una población de alrededor de 600.000 habitantes, buena parte de ellos estudiantes. No obstante, la ciudad más poblada de Escocia es Glasgow, ubicada en la costa occidental, con casi 800.000 habitantes y un área metropolitana de alrededor de 2.000.000. Históricamente, Glasgow ha constituido el motor económico de la región, aparte de ser su principal centro académico: su Universidad, fundada a mediados del siglo XV, se encuentra entre las más antiguas del mundo de habla inglesa. El desarrollo social, cultural y económico de Glasgow durante el siglo XIX y principios del XX la llevó a ser considerada "la segunda ciudad del Imperio".

La zona central de Escocia, conocida como Central Belt, alberga la gran mayoría de los pueblos y ciudades principales: Glasgow al oeste, y Edimburgo, Aberdeen y Dundee al este. En cambio, las Highlands están escasamente pobladas, aunque la ciudad de Inverness ha crecido rápidamente en los últimos años. De las muchas islas que conforman el territorio escocés, sólo las más grandes y las más accesibles (unas 90) están habitadas. Por su parte, las mesetas meridionales o Southern Uplands son esencialmente rurales y en ellas predomina la agricultura. Debido a los problemas de Glasgow y Edimburgo para albergar a su población, entre 1947 y 1966 se crearon cinco ciudades artificiales: East Kilbride, Glenrothes, Livingston, Cumbernauld e Irvine.

Debido a la inmigración producida tras la Segunda Guerra Mundial, Glasgow, Edimburgo y Dundee posee una significativa comunidad asiática.[80] Tras la ampliación de la Unión Europea, un creciente número de personas de Europa Oriental y Central se ha instalado en Escocia: entre 40.000 y 50.000 polacos vivían en 2005 en el país. En 2001, había unos 16.310 residentes chinos.

A comienzos del siglo XXI Escocia tiene una economía mixta abierta similar a la del resto de Europa y del mundo occidental. Tradicionalmente, la industria escocesa estaba dominada por la industria pesada, apoyada por los astilleros, la minería (especialmente de carbón) y las industrias siderúrgicas. El petróleo extraído en el mar del Norte también ha sido una importante fuente de ingresos y de ocupación, especialmente desde los años 1970, en el noreste del país. La desindustrialización de los años 1970 y años 1980 provocó un giro hacia los sectores de servicios y hacia las industrias tecnológicas, especialmente en lo que se conoce como Silicon Glen.

Edimburgo es el centro de las finanzas en Escocia, y el sexto centro financiero más importante de Europa después de Londres, París, Frankfurt, Zúrich y Ámsterdam,[83] por ser el centro de firmas como Royal Bank of Scotland, HBOS (dueños del Bank of Scotland) o Standard Life.

En 2005, las exportaciones totales de Escocia (incluyendo las exportaciones al resto del Reino Unido) alcanzaron aproximadamente los 17.500 millones de libras, un 70% de los cuales proviene de productos manufacturados.[84] Las principales exportaciones escocesas son el whisky, los productos electrónicos y los servicios financieros, siendo sus principales clientes internacionales son: los Estados Unidos, los Países Bajos, Alemania, Francia y España. En 2006, el Producto Interior Bruto (PIB) de Escocia era algo superior a los 86.000 millones de libras, con lo cual la renta per cápita se situaba en 16.900 libras.

El turismo también es reconocido como un importante factor de la economía escocesa. Un estudio publicado en 2002 por el Centro de Información del Parlamento Escocés afirmaba que el turismo era responsable del 5% del PIB y del 7,5% del empleo en Escocia.[87] En noviembre de 2007, la tasa de desempleo era del 4,9%, inferior a la media del Reino Unido y a la de la mayoría de los países de la Unión E
http://es.wikipedia.org/wiki/Escocia
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HENDERSON PARADA

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